Fue bajo la dirección de Pedro Gajardo Escobar cuando el Ballet Folklórico BAFOCHI nació en Santiago el 21 de mayo de 1987, gracias a la iniciativa del Ministerio de Educación, con el objetivo de difundir los valores de las danzas tradicionales latinoamericanas.
La misión que cumple BAFOCHI se deja entrever en su representación: indagar, encontrar, reunir en un espectáculo hermoso un conjunto de elementos culturales dispersos recorriendo el mundo. Agrupa vestigios conmovedores de aquel norte que fue boliviano y peruano, en el cual sobreviven las culturas quechuas y aimaras con sus carnavales, sus procesiones y sus fiestas bovinas.
La música folklórica de Chile está influenciada por sus orígenes españoles, americanos, indios y africanos. La cultura autóctona está hoy presente en la música a través de ciertos instrumentos, entre otros el “cameo”, un tambor, o también el “botuto”, una especie de trompeta. La cultura española permitió la introducción de instrumentos como la guitarra, los instrumentos de cuerdas, de viento y diferentes tipos de percusiones, además de numerosos géneros populares entre los cuales el “galerón”, el “corrido” y la “guaracha”. La música de la región de los Llanos, que se encuentra en otros países hispanoamericanos, es un ejemplo de música nacida en la época de la colonia española. Todos estos instrumentos son la base musical de los “conjuntos criollos”, pequeñas orquestas, que acompañan a los cantantes de “joropo”.
El Ballet Folklórico BAFOCHI, famoso en todo el mundo, ha visitado más de cuarenta países; y va a llevarles a lo más profundo y lo más lindo de la cultura milenaria de Chile que la modernidad no llegará a borrar.