Proceso de sublimación.
En general la definición de sublimación es el cambio del estado sólido a gaseoso sin pasar por líquido. Para poder pasar por esta fase se requiere de tres elementos esenciales los cuales son temperatura, tiempo y presión. Dentro de la industria de las artes gráficas la sublimación se refiere al hecho de transferir imágenes desde una hoja impresa a un sustrato previamente preparado, los cuales pueden ser telas (playeras, gorras), cerámicas (tazas, platos, vasos), metales (placas, llaveros, termos), plásticos (cilindros, acrílicos), vidrio (vasos, láminas), entre muchos más.
El transferir imágenes por este medio se hace al momento en que la tinta se evapora y no como una impresión regular que quema la tinta para fijarla. Cuando un producto pasa por este proceso se le conoce como “producto sublimado” al resultado obtenido.
Para obtener un buen resultado al realizar este proceso se debe asegurar que tanto la tinta como el papel sean especiales para sublimar, así como que el sustrato al cual se transferirá la imagen deberá contar con un recubrimiento de poliéster, ya que sin éste no será posible realizar el proceso; en cuanto a los textiles será necesario que la tela sea al menos de 80% poliéster, aunque lo adecuado sería un 100% poliéster.
Para poder realizar esta técnica será necesario contar con los siguientes equipos y materiales:
- Impresora con sistema de tinta continua (ecotank)
- Plancha o prensa adecuada al tipo de producto que se desea sublimar.
- Computadora (de preferencia con un software para manejo de imágenes).
- Papel para sublimar.
- Tintas para sublimar.
- Artículos a sublimar.
Es importante tener en cuenta que, de acuerdo con el artículo que se sublimará, será la temperatura, tiempo y presión que se aplicará sobre el mismo.
El costo de la adquisición del equipo podría ser una inversión aproximada de siete a diez mil pesos mexicanos, esto dependiendo de la prensa que se desee adquirir.
Stephanie Molina