Introducción:
Si bien es cierto que el poder adquisitivo tiene mucho que ver en la cantidad y calidad de los alimentos consumidos, no solo el dinero es un obstáculo, existen también muchas prácticas de consumo alrededor del mundo que contribuyen enormemente a que no se cumpla el objetivo de erradicar el hambre, además de situaciones no previstas como lo es una pandemia o un desastre natural.
Nocetti (2015), mencionó en su artículo1 que los motivos por los cuales existe la inseguridad alimentaria en todo el mundo son múltiples: la falta de disponibilidad de alimentos, la carencia de poder adquisitivo, la mala distribución de los alimentos y el uso inadecuado de los mismos, entre muchos otros.
La Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (2015), también conocida como FAO (por sus siglas en inglés), indicó que a pesar de que continúan realizándose progresos en la lucha contra el hambre, un número inaceptablemente alto de personas carece todavía de los alimentos necesarios para disfrutar de una vida activa y saludable. Las estimaciones más del año 2016 indicaron que unos 795 millones de personas de todo el mundo, lo que equivale a algo más de una de cada nueve, estaban subalimentadas en el periodo 2014-2016.
Al respecto la FAO (2013) declaró:
“Creemos que la meta de derrotar el hambre en la región hasta el año 2025 es posible, si trabajamos coordinada y decididamente por hacerlo. También lo es la reciente declaración de la Comunidad de Estados Americanos y del Caribe (CELAC), donde se reitera el “compromiso de promover la seguridad alimentaria y nutricional de nuestras poblaciones”, reconociendo además que la causa principal del hambre es la pobreza y que, para superarla, es necesario coordinar acciones relacionadas con la inclusión productiva de los pequeños agricultores familiares, el comercio internacional y el acceso a servicios públicos de salud y educación, entre otros, a través del continuo apoyo de diferentes organismos, mecanismos y agencias regionales”. |
Lograr un sistema agroalimentario sustentable cumpliendo las medidas anteriores es posible, pero para eso hay que lograr cambiar no solo políticas públicas, también prácticas entre la población, lo que sí es claro es que de no lograrlo nos enfrentaremos a un problema muy grave en un futuro próximo.
La inseguridad alimentaria es un problema complejo, en donde intervienen factores políticos, geográficos, sociales, legales, entre otros. La medida en que intervienen cada uno de estos factores y cómo se combinan para lograr situaciones muy específicas hace que no sea fácil responder a las exigencias de este problema en todo el mundo, no solo en México.
Dicha inseguridad alimentaria es un fenómeno que se encuentra dentro del rango de acción de los seres humanos, por lo tanto, puede solucionarse; la cuestión es si tenemos suficientes elementos para afrontar el reto, lograr acuerdos y tomar decisiones estratégicas. Y aunque existen estos esfuerzos por eliminar el hambre, aún queda mucho por hacer; en este momento el futuro es incierto acerca de cómo puedan modificarse estas medidas hasta lograr su efectividad, para bien de la seguridad alimentaria.
La actual pandemia por Covid-19 se presenta como un obstáculo para el cumplimiento de las metas del año 2025, ya que afecta la producción de alimentos; además, tendrá un impacto financiero en los mercados y las empresas, en la exportación e importación de alimentos (cierre de aduanas), en la pérdida de empleos, y por lo tanto en el poder adquisitivo, etc.
La FAO colabora estrechamente con la OMS, el PMA, el FIDA y la OIE y otros socios, aprovechando sus amplias redes para impulsar nuevos estudios, apoyar las investigaciones en curso y compartir información fundamental (FAO, 2021).
“Es clave que los gobiernos declaren la alimentación y la agricultura como actividades estratégicas de interés público nacional, con apoyo de todos los órganos del Estado y de la población. Es esencial mantener vivo el sistema alimentario, para que la crisis sanitaria no se transforme en una crisis alimentaria”, explicó Julio Berdegue, Representante Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) LJA.MX (2020).2
Pese a los avances, se perfila un retroceso importante que, sin lugar a duda, afectará la alimentación y nutrición no solo de los mexicanos, sino de muchas personas alrededor del mundo.
REFERENCIAS
FAO (2013). Ley marco derecho a la alimentación, seguridad y soberanía alimentaria. Consultado el 8 de enero de 2021. Disponible en: http://www.fao.org/3/a-au351s.pdf |
FAO (2015). El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. Consultado el 8 de enero de 2021. Disponible en: http://www.fao.org/3/a-i4646s.pdf
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FAO (2021). La pandemia del coronavirus (COVID-19) y los Sistemas Alimentarios en América Latina y el Caribe. Consultado el 8 de enero del 2021. Disponible en: http://www.fao.org/americas/publicaciones-audio-video/covid19-y-sistemas-alimentarios/es/
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Nocetti, J. (2015). 5 claves para comprender la Inseguridad Alimentaria en el Mundo1. Consultado el 8 de enero de 2021. Disponible en: http://www.unitedexplanations.org/2015/10/22/inseguridad-alimentaria/ |
LJA.MX (2020) ADVIERTE DEL IMPACTO DEL COVID-19 EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA (28/04/2020)2 Recuperado de https://www.lja.mx/2020/04/advierte-del-impacto-del-covid-19-en-la-seguridad-alimentaria/ el 8 de enero de 2021
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Autor: Jesús Emmanuel Martínez Velasco
jemartinez@clea.edu.mx