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Trata de personas

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La trata de personas es un delito que tiene víctimas alrededor de todo el mundo, pese a existir estadísticas y diversas investigaciones sobre el mismo, éstas no reflejan la verdadera magnitud del problema; por si fuera poco, determinar con precisión los indicadores tanto en las víctimas como victimarios, tampoco es fácil.

Esta dificultad puede deberse, entre otras cosas, a que los criterios o indicadores establecidos no determinan bajo qué período de tiempo tiene que presentarse cierta situación/condición, o al no considerar los usos y costumbres de una región determinada, algunas circunstancias de vulnerabilidad, violencia de género, etc.

Sin embargo, frente a estas dificultades, existe la necesidad de probar la presencia del delito de trata de personas bajo ciertas circunstancias, como puede ser un procedimiento judicial. El método clínico que a partir de instrumentos y en conjunto con la entrevista y la observación, permiten al profesional determinar si existe la posibilidad de que una persona sea víctima o victimario de este delito.

Muchas son las definiciones de trata de personas, sin embargo, tanto la Comisión Nacional de Derechos Humanos como el protocolo de Palermo establecen algunos elementos importantes para su definición.

El Protocolo de Palermo, establece la definición del término trata de personas como el delito en el cual mediante la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación (Le Gof y Lothar, 2011).

Esta explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de tejidos u órganos (CNDH, 2014).

Concretamente en México, las modalidades de trata de personas más recurrentes son las que tienen fines sexuales y laborales. Otras modalidades como la trata para fines de comisión de delitos menores o falsas adopciones también se dan en México, aunque se detectan todavía poco en el país (Le Gof y Lothar, 2011).

 

Características de los victimarios de trata de personas

Las y los tratantes pueden actuar individualmente o como parte de un grupo criminal organizado o para-organizado (sin una estructura permanente), pueden ser de diferentes edades y nacionalidades, hombres o mujeres de diferentes grupos sociales. Con frecuencia son hombres, no obstante, también se integran mujeres, en especial a la fase del reclutamiento cuando su edad o género favorece el establecer una relación de confianza con la víctima (Centeno, 2011).

Algunos estudios han demostrado que los tratantes, antes de iniciar su actividad, tuvieron una relación muy cercana con la industria de la que obtienen posteriormente sus víctimas, entre las características del tratante de acuerdo con La Organización Internacional para las Migraciones (citada en Centeno; 2011) son:

-Exsoldados

-Exguerrilleros

-Exmiembros de otros grupos organizados.

-Exestafadores

-Delincuentes comunes con características especiales o experiencia en un campo determinado.

-Sociópatas

-Personas ubicadas en profesiones u oficios que pueden ser estratégicas para los fines de la trata.

-Personas comunes que se inician improvisando.

 

Características de las víctimas de trata de personas

La trata afecta a las mujeres, los hombres y los niños, y entraña toda una serie de prácticas de explotación, así como distintas consecuencias (CNDH, 2014).

La Organización Mundial de la Salud, (por sus siglas OMS) menciona que las consecuencias en personas víctimas de trata sobre la salud son a menudo acumulativas; las mujeres, los hombres y los niños pueden afrontar abuso psicológico, físico o sexual; uso forzado de drogas o alcohol; restricciones sociales y manipulación emocional; explotación económica, deudas ineludibles e inseguridad jurídica (OMS, 2013).

Los síntomas físicos más frecuentes en personas que han sufrido el delito de trata de personas son:

-Golpes y moretones

-Cicatrices

-Desnutrición y pérdida de peso

-Quemaduras

-Dolor de cabeza (cefaleas)

-Dolor de espalda

-Fatiga

-Infecciones de transmisión sexual

Mientras que las consecuencias psicológicas más comunes son:

-Trastorno de estrés postraumático

-Ansiedad

-Depresión

-Trastornos somáticos

-Ideas suicidas

Cabe destacar que es importante para un adecuado diagnóstico/determinación, la observación, los datos obtenidos mediante las entrevistas y las pruebas psicológicas, así como los datos o evidencias que puedan aportar diversos profesionales como lo son los trabajadores sociales, médicos, abogados, entre otros, para la determinación oportuna del delito de trata de personas.

 

REFERENCIAS

Centeno, L. (2011). Manual de perfiles aplicados a la detección de víctimas y victimarios del delito de trata de personas. México: Litografía e Imprenta Universal.

 

Comisión Nacional de Derechos Humanos (2013). Diagnóstico sobre la Situación de la Trata de Personas en México. Disponible en:

https://www.senado.gob.mx/comisiones/trata_personas/docs/Diagnostico_Trata.pdf

 

Comisión Nacional de Derechos Humanos (2014). Los derechos humanos y la trata de personas. Disponible en:

https://www.ohchr.org/documents/publications/fs36_sp.pdf

 

Le Gof, H. y Lothar, T. (2011). La trata de personas en México: Diagnóstico sobre la asistencia a víctimas. México: Organización Internacional para las Migraciones.

 

OMS (2013). Comprender y abordar la violencia contra las mujeres: Trata De personas. Disponible en: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/98857/WHO_RHR_12.42_spa.pdf;jsessionid=D28963CFF94857622DE511327CC0185B?sequence=1

 

Jesús Emmanuel Martínez Velasco

jemartinez@clea.edu.mx