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Day of the dead. Una visión descarnada del ser humano

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“De todas las criaturas que respiran y se mueven sobre la tierra, no hay nada que sea más agonizante que el hombre”

Homero, escritor y poeta griego del siglo VIII a. C.

 

El estruendo de un megáfono, seguido de unos torpes pasos rompen con el silencio en una calle, para posteriormente destruir la paz reinante en la ciudad; lo que era un encuentro entre dos seres humanos (uno vivo, el otro muerto), ahora se convierte en una horda de violencia y muerte.

Con una espectacular escena de una ciudad posapocalíptica y un primer plano a un zombi cuya lengua usa como corbata, George A. Romero comienza uno de sus proyectos más ambiciosos en cuanto a la crítica del ser humano, su naturaleza y la sociedad.

           Day of the dead (1985) es la tercera y última parte de la trilogía original de zombis del cineasta originario de Nueva York. Su primera entrega, la mítica Night of the living dead (1968), colocaba a un afroamericano como protagonista de la historia, en donde la desconfianza, la desesperación y la comunicación son piezas clave.

Para la segunda parte Dawn of the dead (1978), el director pone en pantalla la cultura del consumismo y satiriza cómo el instinto o el recuerdo lleva a los zombis al centro comercial, aunque estos ya no necesitan nada más; sin embargo, se dirigen ahí como si hubiese sido parte importante de sus vidas, como si no fueran capaces de dejar de hacerlo.

La historia de Day of the dead, nos coloca en un mundo dominado por los zombis: un pequeño grupo de científicos, militares y civiles deben encontrar la forma de cambiar la situación, todo mientras se refugian en una base militar; al mismo tiempo, las municiones, los alimentos y otros recursos necesarios escasean cada vez más.

Con un guion y un presupuesto partidos literalmente por la mitad, Romero logra ganar un premioSaturn por parte de la  Academia de Ciencia Ficción, Fantasía y Películas de Terror (gracias a los efectos de Tom Savini), a la vez que logra ofrecer una visión del ser humano, tan difícil como grotesca de contemplar.

Romero menciona en una entrevista que en Night of the living dead, se pudo hacer mayor hincapié en varios elementos del film, sin embargo, para Day of the dead, la tercera entrega de su trilogía original de zombis decide mostrar los riesgos del militarismo y las fallas inherentes en la naturaleza humana, quizá como parte de lo que ocurría en Estados Unidos y en el mundo en aquella década de los ochentas, quizá, vaticinando lo que ocurriría en un par de años en el futuro.

Más allá de la decadencia y derrumbe de la sociedad que se muestra en la tercera parte de la trilogía, existen otros elementos interesantes de analizar y a tomar en cuenta, entre los que destacan:

 

  1. La emotividad al mando 

Indignantes y estresantes resultan ser algunas de las escenas en donde militares y científicos discuten sobre las prioridades del grupo y qué camino deben tomar para solucionar los problemas, mientras los civiles, que representan una minoría, se mantienen al margen y a la espera del siguiente suceso.

Una pregunta que somete a escrutinio los actos de los protagonistas es la siguiente: ¿es la razón y el consenso lo que determina la toma de decisiones o son las emociones y los deseos propios por sobre el bienestar común los que deciden en último término?

La lucha por el poder y el dominio del grupo para someterlo a la voluntad propia se pueden observar en varias escenas, como en el siguiente diálogo entre científicos y militares:

 

[Fisher/Científico]

“Te das cuenta de que tiramos a la basura la mitad de nuestro presupuesto”

[Rhodes/Militar]

“Entonces tendrás que conformarte”

[Fisher/Científico]

“Es una locura, no comprendes que toda esta…”

[Rhodes/Militar]

“¡OYE! escúchame bien, tú y tus aliados se están ganando rápidamente muchos enemigos…”

[Fisher/Científico]

“Rhodes, el mayor Cooper nos prometió…”

[Rhodes/Militar]

“El mayor Cooper está muerto, yo estoy a cargo ahora, no lo diré de nuevo: deben trabajar con lo que hay y quiero ver resultados cuanto antes o cancelaré los experimentos”

 

Romero (1985).

 

Respecto a la relación entre las emociones y la razón, Howard Gardner, después de una serie de investigaciones presentó una teoría que cambiaría para siempre el concepto tradicional de inteligencia, que denominó Teoría de las inteligencias múltiples. En general explica que los individuos dan múltiples respuestas a desafíos que enfrentan en la vida cotidiana y, para ello, emplean otro tipo de inteligencias diversificadas que involucran, entre otras, el manejo y control de las emociones, factor fundamental para aprender a convivir con los otros y lograr un equilibrio personal (Burgos, 2015).

Así como en el filme, la inteligencia emocional de los miembros de un grupo determina no solo el grado de cooperación, sino también los objetivos que puedan alcanzar y la supervivencia a través del tiempo y las adversidades.

 

  1. El condicionamiento del hombre por el hombre

 

Para Aldegani (2016), la mímesis en la conducta de los individuos se expresa como repetición, como ritualización de las instituciones. Las sociedades se fragmentan a partir de una repetición de lo aprendido por parte de los individuos que confronta su potencial creativo. Este fenómeno genera un obstáculo a la posibilidad de establecer una relación de autonomía social, es decir, de la posibilidad de los hombres de auto-instituirse en la creación de nuevas significaciones y normas.

Esta mímesis se logra sobre la base de un condicionamiento, en donde las conductas tienen una consecuencia (ya sea positiva o negativa para el individuo) como en los siguientes diálogos del Dr. Logan, cuya propuesta no es buscar la forma de erradicar o revertir la situación, su propuesta intenta controlar el comportamiento de los zombis, socializarlos mediante el condicionamiento:

 

[Logan/Científico]

“Si los estudiamos seremos capaces de modificarlos de la forma correcta”

“Podemos engañarles para que sean buenos chicos…”

“Darles un premio, el premio es la clave, estoy convencido…”

Romero (1985).          

            El Dr. Logan busca una forma de condicionar a los zombis, de controlarlos mediante el proceso de socialización, si bien es cierto que mediante la socialización se adquieren destrezas y habilidades, a la par que se desarrollan aspectos de nuestra personalidad, también la socialización puede tener una connotación negativa, en el sentido de que suprimimos aspectos o deseos de nosotros mismos en pro del grupo; el psicoanalista Sigmund Freud consideraba que la socialización solo puede darse mediante un acto represivo.

Para el psicoanálisis, quizá el mejor mecanismo de defensa para la existencia de la colectividad sea la sublimación, que consiste en dirigir las pulsiones sexuales y agresivas hacia metas socialmente aceptables como la ciencia y la cultura; en el filme se puede apreciar cómo los zombis carentes del control de impulsos son incapaces de controlarse, a pesar de que el resultado de su conducta ya no tiene mayor sentido:

 

[Logan/Científico]

“Es el cerebro, Sarah, lo que lo mantiene vivo, no necesita el flujo sanguíneo ni tampoco sus órganos, le extraje todos los órganos vitales……”

“Mira esto, ¡quiere comer!, ¡tiene hambre!, ¡pero no tiene estómago!, aunque coma no puede digerir, se guía por instintos, instintos primitivos y oscuros…”

Romero (1985).

 

            El absurdo de la modernidad

 

Para Albert Camus, la existencia humana no tiene sentido por lo que buscarlo es algo inútil. El que la existencia sea absurda significa que da igual lo que hagamos o elijamos, pues de todas formas seguimos siendo indiferentes para un mundo y una realidad que de suyo no posee ningún sentido.

De ahí que el ser humano tenga como imperativo configurarse a sí mismo, construir su moral e intentar encontrar un sentido de sí que de todas formas sabe imposible. Todo lo que esta búsqueda humana encuentre siempre será provisional, porque no se cuenta con esos principios universales y absolutos que pudieran servir de guía o certeza (Soberanis, 2010).

En el filme, después de una disputa entre militares y científicos, cuyo resultado es una amenaza de muerte de Rhodes hacia Sarah, los dos civiles del grupo intentan reflexionar con Sarah sobre lo inútil y absurdo de la situación, planteando otra alternativa, dejarlo todo y buscar en el helicóptero una isla desierta donde vivir y tener hijos:

 

[John/Civil]

“¿Sabes que encontré en esta cueva?”

“Encontré libros y archivos importantes de las compañías más grandes del país, tienen información como presupuestos de defensa y algunas copias de algunas muy buenas películas, libros de contribuciones, impuestos, noticias y periódicos, registros de inmigración y censos, informes oficiales de todas las guerras que ha sufrido el mundo, accidentes de avión, incendios, terremotos, inundaciones y todo tipo de desastres que llenaron de pena a nuestra hermosa y querida nación”

“Bien, es obvio que eso no sirve de nada, son solo viejos papeles y tinta”

“¿A quién podría importarle?, ya nadie tendrá oportunidad de leerlos, estamos bajo veintidós kilómetros de rígido concreto con un montón de libros que nadie volverá a leer”

“Pero eso no es todo, aquí estas tú llena de cifras, ideas y muy buenas intenciones”

“¿Qué harás con eso?, ¿enterrarlo aquí con estas reliquias de lo que pudo haber sido y no fue?”

Romero (1985).

 

El reflejo en el espejo, a manera de conclusión

Si bien Day of the dead presenta una gran cantidad de situaciones sobre las cuáles reflexionar, la visión que presenta del ser humano como un ser incapaz de controlar sus emociones e impulsos (sexuales y agresivos), incapaz de reconocer al otro como un ser que también razona y tiene voluntad propia (al igual que los zombis), lo coloca como un filme difícil de digerir pero que, en cuanto se logra asimilarlo, proporciona una base inigualable en el séptimo arte para reflexionar sobre la condición humana.

Para Martínez (2017), Romero siempre se sirvió de los zombis para realizar metáforas en torno a la sociedad de su tiempo a lo largo de cinco décadas, entre otras cosas para poner de manifiesto las carencias en cada momento específico.

Si bien el elemento común en esta trilogía son los zombis, no son el elemento central de la obra, más bien se trata de un recurso para presentar de manera descarnada al ser humano y su comportamiento, para poner de manifiesto algunos aspectos de los seres humanos que sin exagerarlos pasarían desapercibidos por los espectadores.

Los verdaderos monstruos y villanos en las películas de Romero son los seres humanos y la manera como responden a las circunstancias que les rodean.

 

REFERENCIAS

 

Aldegani, E. (2016). La agonía de la creatividad: representaciones de lo apocalíptico en Day of the dead de George A. Romero. Disponible en:

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5579055.pdf

Burgos, J. (2015). Los excesos de la razón: hacia la recuperación de las emociones en el concepto del ser humano. Franciscanum 164, Vol. lvii (2015): 97-123. Disponible en:

http://www.scielo.org.co/pdf/frcn/v57n164/v57n164a05.pdf

Martínez, B. (2017). 10 cosas básicas que tienes que saber de George A. Romero, el rey de los zombies. Consultado el 15 de mayo del 2021. Disponible en: https://elpais.com/elpais/2017/07/17/tentaciones/1500284453_151009.html
Romero, G. (1985). Day of the dead [Película]. Estados Unidos. Laurel Communications.

Soberanis, H. (2010). La filosofía del absurdo de Albert Camus. Consultado el 25 de mayo del 2021. Disponible en:

http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/soberanis68.pdf

Imagen:

Eduardo Montes-Bradley, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons

Jesús Emmanuel Martínez Velasco

jemartinez@clea.edu.mx