La medicina tradicional constituye un núcleo de conocimientos ancestrales de origen autóctono y estrechamente ligado a la identidad indígena. Se fundamenta en personal especializado, capacitado y reconocido socialmente. Mantiene e integra interacciones dinámicas con otros sistemas médicos, los variados saberes que constituyen el autocuidado de la salud. La medicina tradicional abarca una amplia gama de terapias y prácticas que varían de un país a otro y entre las diferentes regiones.
Desde las culturas más antiguas la medicina tradicional ha sido utilizada para curar o aliviar muchos malestares del ser humano a través de remedios caseros como el uso de la herbolaria; estos son cada vez más reconocidos y estudiados por la ciencia, debido a sus beneficios en la salud de las personas. Existen diversas formas para elaborar remedios caseros los cuales, junto con una alimentación saludable y el ejercicio, pueden llegar a prevenir, ayudar o aliviar algunos padecimientos.
La medicina tradicional mexicana, tiene sus raíces en conocimientos sobre la salud y la enfermedad, también conocida como cosmovisión, que los distintos grupos indígenas y mestizos de nuestro país han acumulado a través del tiempo (Hersch Martínez, Juárez Miranda, Mamani Oño and Realpozo Reyes, 1999).
Para la OMS, la medicina tradicional es el conjunto de prácticas, métodos, conocimientos y creencias en materia de salud que implican el uso con fines médicos de plantas, partes de animales o minerales, terapias espirituales y técnicas y ejercicios manuales aplicados para tratar, diagnosticar y prevenir las enfermedades o preservar la salud.
Asimismo, tiene la finalidad de promover la cobertura sanitaria universal mediante la integración de servicios de medicina tradicional y complementaria en la prestación de servicios de atención sanitaria y asistencia domiciliaria (OMS, 2014).
La Asamblea de la Salud aprobó la estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2014-2023. La estrategia se orienta a desarrollar la base de conocimientos sobre políticas nacionales y fortalecer la garantía de la calidad, la seguridad, el uso adecuado y la eficacia de la medicina tradicional y complementaria mediante su reglamentación.
Es importante mencionar que, aunque la medicina tradicional es reconocida por la OMS y actualmente existen cada vez más médicos homeópatas certificados o especialistas en acupuntura, hay que consultar con dichos especialistas sobre el consumo, aplicación y/o administración de los remedios caseros ya que, a pesar de que las drogas vegetales y sus derivados suelen presentar un margen terapéutico amplio, no están exentas de probables efectos adversos, interacciones y contraindicaciones.
Por ello, la evaluación de su seguridad debe sustentarse, siempre que sea posible, en la existencia de documentación científica relevante sobre sus posibles acciones tóxicas, reacciones alérgicas o estar restringidos para cierto tipo de individuos, tales como niños, mujeres embarazadas o en la lactancia.
En los últimos años, el incremento de la resistencia microbiana a algunos productos sintéticos, la evidencia de efectos colaterales no deseables en otros y el elevado precio de los medicamentos obtenidos por vía sintética comparados con la mayoría de los similares derivados de la naturaleza, han cooperado en el resurgimiento de la antigua fitoterapia.
En torno al empleo de la etnofarmacología para el desarrollo de nuevos medicamentos derivados de plantas o en general de productos naturales, surgen nuevas relaciones entre las áreas técnicas de investigación, los practicantes de la medicina tradicional y los productores de las especies empleadas.
Referencias
- int. 2021. Progresos de la Asamblea Mundial de la Salud en lo concerniente a enfermedades no transmisibles y medicina tradicional. [online] Available at: <https://www.who.int/es/news/item/23-05-2014-world-health-assembly-progress-on-noncommunicable-diseases-and-traditional-medicine> [Accessed 12 July 2021].
- Hersch Martínez, P., Juárez Miranda, A., Mamani Oño, I. and Realpozo Reyes, R., 1999. Destino común: los recolectores y su flora medicinal. México, D.F: Inst. Nacional de Antropología e Historia.
Autores para correspondencia: Pérez- Martínez Iza1,2, Gómez-Oseguera María Elena3
1Universidad Tecnológica de México. Campus Marina. Ciudad de México, México.
2Universidad del Colegio Latinoamericano de Educación Avanzada, Aguascalientes, México iperez@clea.edu.mx
