¿Quién no se ha visto involucrado en un conflicto? Es una de esas experiencias que son inevitables en la vida; aunque en ocasiones no se quiera ser partícipe de conflicto alguno, sus implicaciones y consecuencias nos alcanzan de forma forzosa.
Desafortunadamente es difícil convertir desacuerdos en oportunidades, cuando no abordamos bien los desacuerdos, el resultado es el conflicto. El conflicto crea un sentido de distancia psicológica entre las personas, tal como sentimientos de antipatía, antagonismo, competencia, enajenación mental e indiferencia (Billikopf, 2003).
En un conflicto, el mediador juega necesariamente un papel de líder natural (conductor) en los inicios, el desarrollo y el final del proceso de mediación. Este liderazgo, como veremos más adelante, no ha de polarizarse con un estilo unidireccional o estable, sino que ha de adecuarse a las circunstancias tanto de la situación, como de las características de las partes en litigio (Munduate y Báron, 2001).
Entre los componentes de este rol social podemos diferenciar tres aspectos importantes que ayudan a definir el papel desarrollado por el mediador (Munduate y Báron, 2001):
- El conjunto de actividades adscritas al mediador, en relación a los diferentes aspectos más tangibles del proceso:
– Aspectos materiales y de infraestructura.
– Intervenciones necesarias para el correcto desarrollo del proceso.
– Asesoramiento, formación y apoyo a las partes.
- El conjunto de actividades que el mediador piensa que completan su papel y que pueden verse influidas por:
– Niveles de compromiso hacia las propias ideas y valores.
– Compromisos implícitos provocados por los grupos de pertenencia.
– La expectativa de la propia imagen durante el proceso.
- El conjunto de expectativas que las partes depositan sobre la figura del mediador y que esperan que éste satisfaga a cambio de la concesión de un adecuado nivel de aprobación.
Cada mediador tiene su propio estilo, experiencias y técnicas o estrategias, por lo que se adecuan en menor o mayor medida dependiendo de las partes involucradas y el tipo de problema.
Su papel principal se encuentra en proporcionar los mejores elementos para los problemas que se presentan y elaborar u ofrecer alternativas de acción.
REFERENCIAS
Billikopf, G. (2003). Manejo de Conflictos. Consultado el 19 de agosto del 2021. Disponible en: https://nature.berkeley.edu/ucce50/agro-laboral/7libro/13s.pdf |
Munduate, L. y Báron, M. (2001). La mediación como estrategia de resolución de conflictos. Disponible en: http://www.juntadeandalucia.es/empleo/anexos/ccarl/7_1_0.pdf |
Jesús Emmanuel Martínez Velasco
jemartinez@clea.edu.mx